Monóxido y dióxido de carbono
El monóxido de carbono (CO) es un gas tóxico, incoloro e inodoro que se produce por la combustión incompleta de materiales como el gas natural, el carbón y la madera. En espacios cerrados, los niveles de CO pueden aumentar debido a fallos en equipos de calefacción, estufas, hornos o sistemas de ventilación deficientes. La inhalación de CO impide el transporte adecuado de oxígeno en el cuerpo, lo que puede causar síntomas como mareos, náuseas e incluso la muerte en altas concentraciones.
El dióxido de carbono (CO₂), por su parte, es un gas menos peligroso en pequeñas cantidades, pero también puede afectar la salud y el confort en concentraciones elevadas. En espacios mal ventilados, el CO₂ se acumula rápidamente debido a la respiración humana, lo que puede provocar fatiga, dolor de cabeza y una menor capacidad de concentración. La monitorización de CO₂ es especialmente importante en lugares con alta densidad de personas, como oficinas y aulas, para mantener una ventilación adecuada que garantice un ambiente saludable.
Nuestros sistemas de monitorización miden continuamente los niveles de CO y CO₂, proporcionando alertas inmediatas en caso de concentraciones peligrosas o que puedan afectar el bienestar, y ayudando a mantener un ambiente seguro y saludable.